Un día me levanté decida cogí mi celular y borré todos los mensajes de mi bandeja. Aquellos mensajes que me sacaron una sonrisa, me sonrojaron, me enamoraron, me hicieron creer, perdonar, suspirar, enojar, ilusionar, gritar, saltar, correr, llorar y olvidar.
Lo hice porque todo tiene su etapa y sentía que no era bueno para mí seguir recordando el pasado maldito que me estaba arrastrando.
Y se quedó vació…por unos días, ahora está lleno del presente y aunque no m guste es mejor seguir adelante (a medias y lento).
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