Agradezco a Dios por haberte conocido. Yo sé que las casualidades contigo nunca existieron. Te conocí porque así lo quiso Dios y estoy segura que fue el momento preciso. Hace un semana te fuiste. No hubo un abrazo de despedida ni nada. Solo un silencio vacío, seguido de llantos. Te voy a recordar siempre siempre siempre siempre. Recuerdo tu voz, tus palabras, tu cara, tu sonrisa, tu manera de decirme: HIJA esto, HIJA lo otro. Yo sé que debes estar feliz, por eso a veces me digo: "No la menciones mucho. Déjala descansar. Basta".
Camino. Veo ropa. Trabajo. Leo. Me acuesto. Y me pregunto: ¿Dónde estarás? y ¿Si hubiera....?. MI OTRO yo responde: Y si hubiera qué?...Ya pasó! No puedes regresar. Respondo: Pero el pasado es mejor que el presente. Presente sucks.
Y me quedo dormida.
Madrina tampoco me dejes sola. Estarás con mi abuelita? con mi tío Jando? con Evelyn? con tus padres?
Ven. No me dejo de cuestionar.
"No la menciones mucho. Déjala descansar. Basta".
Por Dios que jamás me olvidaré de ti.
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